Basta ya de persecución, criminalización y represión al movimiento estudiantil colombiano.
Motivados por un profundo sentimiento de indignación y preocupación informamos a la comunidad nacional e internacional que el día de hoy 2 de octubre de 2011 y como producto de inaceptables montajes judiciales han sido detenidos los compañeros Jorge Eliecer Gaitán miembro del Comité Ejecutivo Nacional de la FEU y estudiante de la Universidad Surcolombiana; Omar Marín, estudiante de la Universidad de la Amazonía y Camilo Escudero de la Universidad Amazonía.
Una vez más el gobierno nacional quiere cobrarle al movimiento estudiantil su férreo compromiso con la educación como derecho, la solución política al conflicto social y armado y la consecución de una paz con justicia social.
Estas afrentas se presentan en un momento histórico para el país, donde el movimiento estudiantil se levanta contra la Nueva ley de educación superior (reforma a la ley 30) del gobierno de Santos que pretende privatizar y despojar a los colombianos de la educación. La Federación de Estudiantes Universitarios –FEU Colombia- ha impulsado la movilización estudiantil, y la organización gremial de los estudiantes a lo largo y ancho de la geografía nacional.
No dudamos que la persecución desatada responde también a la decisión de nuestra organización y del conjunto del movimiento estudiantil colombiano de iniciar un Paro Nacional Universitario una vez el gobierno decida radicar la nueva ley de educación ante el congreso. Sin embargo, ratificamos sin vacilaciones el compromiso organizativo por seguir profundizando y afianzando los procesos de discusión y debate que nos permitan construir de manera democrática un nuevo modelo de educación. Ratificamos que las banderas de unidad que hoy hondean en la Mesa Amplia Nacional de Estudiantes son garantía de victoria y certeza de un nuevo modelo de educación y de país.
Recientemente se llevó a cabo el exitoso III Congreso de la FEU-Colombia con participación de más de 3.000 estudiantes de todos los rincones del país, numerosas delegaciones internacionales e importantes académicos de talla internacional que ven en nuestro esfuerzo y decisión una oportunidad palpable para consolidar un nuevo modelo de educación con un profundo sentido de lo público y en función de la construcción de un nuevo país.
Sabemos que las fuerza oscuras y enemigas de la paz no pasan por alto este histórico evento, y por el contrario, enfilan baterías en contra de expresiones democráticas como la nuestra que son certeza y garantía de la conquista de una educación para la Segunda y Definitiva Independencia: una educación para la soberanía.
No es la primera vez que nuestra organización es víctima de este tipo de montajes judiciales, luego del desarrollo del II Congreso en el año 2008 se presentaron las temerarias declaraciones de la entonces directora del DAS María del Pilar Hurtado –hoy prófuga de la justicia en Panamá- que representaron amenazas de muerte, asesinatos, exilios y persecuciones. No nos acostumbraremos jamás a ser las víctimas de este estado mafioso pero si hemos perdido la capacidad de asombro ante la ausencia de garantías para ejercer nuestro derecho constitucional a la protesta y a la participación activa en los rumbos de nuestra patria. Su represión no tiene límites pero nuestra resistencia mucho menos porque no solo nos acompaña la histórica firmeza del pueblo colombiano, sino además la razón condensada en la irrenunciable idea de la justicia social.
Lastimosamente, en Colombia asistimos al paisaje lúgubre en que expresar posiciones claras frente a temas que son de interés nacional tales como la universidad entendida como conciencia crítica de la nación y la construcción de la paz desde la academia, se convierten en una razón de Estado para la violación de los derechos humanos, la cárcel y la agudización de la represión contra los movimientos sociales en su conjunto.
Sabemos que no parara la persecución, sabemos que el estado no cesara en su intento por acallar al pensamiento crítico, sabemos cual seguirá siendo la respuesta a las demandas de la sociedad; ésta no es solo una opinión desprevenida, lo sabemos porque como parte del movimiento social hemos tenido que vivir en carne propia el conflicto, porque hemos tenido que llorar muertos y visitar presos ante un Estado fundador y cómplice de la tragedia que hoy nos acecha.
Tal vez crean que los colombianos después de tantos años de su actuar criminal nos hemos acostumbrado a sus tretas jurídicas y noticias tendenciosas; sin embargo, se equivocan si creen que las fuerzas sociales se amedrentaran con la cárcel, se equivocan si creen que Colombia renunciará a la idea de justicia social y a la defensa de sus derechos, se equivocan porque son justamente sus cárceles y amenazas las que nos convencen cada vez más de la necesidad de construir un nuevo país en paz, con justicia social y –ante nada- sin hombres y mujeres presos por luchar.
Llamamos a la comunidad nacional e internacional a solidarizarse, en primera instancia, con nuestros compañeros detenidos y sus familiares, a pronunciarse en contra de la persecución y el señalamiento al movimiento estudiantil y en general a los movimientos sociales, a rodear a los compañeros de las universidades de la Amazonía y Surcolombiana, a apoyar el actual proceso de movilización que prepara el gran Paro Nacional Universitario, y en particular, los llamamos a solidarizarse con la FEU Colombia y en esa medida, con los compañeros que hoy son víctimas de la persecución política y militar del gobierno de Juan Manuel Santos.
Convocamos a todas las organizaciones nacionales e internacionales, defensores de derechos humanos y a la sociedad colombiana en general a exigir junto a nosotros la libertad inmediata y sin condiciones de nuestros compañeros.
Federación de Estudiantes Universitarios FEU-Colombia
No hay comentarios:
Publicar un comentario